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Ciencia y Tecnología desde Uruguay

Serpientes americanas y sus venenos

Víbora de Coral

Víbora de Coral

Víbora de Coral verdadera de Uruguay - Foto de miuruguaytk.blogspot.com

Serpiente de cascabel

Serpiente de cascabel

En pimer plano se destaca el cascabel de la serpiente, Crotalus durissus terrificus.

Foto de Uruguay1.blogspot.com

Cada año, sesenta uruguayos son mordidos por una serpiente

Cada año, sesenta uruguayos son mordidos por una serpiente

C.N., El Pais, 23.03.2008

En Uruguay hay cuatro especies de serpientes que pueden matar a un ser humano: Cruceras, Yaras, Cascabel y Coral.  Desde que en 1986 se hizo obligatoria la denuncia de casos y se comenzó a distribuir suero antiofídico, sólo dos personas fallecieron por mordeduras: una anciana que murió por complicaciones vinculadas a la edad y un señor que tuvo la mala suerte de ser mordido en la vena.

Pero no se han registrado accidentes con Cascabeles y Corales. Las primeras porque están casi extinguidas (al punto que su caza está prohibida) y las segundas porque no son agresivas y se escabullen ante los humanos.

En consecuencia, son dos los ofidios con los que hay que tener cuidado. La yara es peligrosa; se trata de una víbora poco robusta que se caracteriza por su nerviosismo y excitabilidad, con una longitud de entre 22 y 92 centímetros y de aspecto agrisado, que habita en zonas serranas, pedregosas y húmedas. Sus áreas de influencia son la cuchilla de Haedo, cuchilla Grande y mares de piedras, como los de la Sierra de Mahoma, en San José.  Sin embargo, es importante tenr en cuenta que también hay yaras en la costa de Canelones.

Suelen refugiarse en pilas de leña de monte, al costado de piedras y en cuevas de mulitas. Justamente, fue por meter el brazo en una cueva que falleció una de las dos personas mordidas en Uruguay. "Fue la casualidad del millón: el bicho mordió al hombre en una vena. De haber sido en un músculo, hay tiempo de recibir asistencia con suero, pero cuando es intravenoso no. Lo llevaron al hospital en veinte minutos y no había nada para hacer", cuenta Melitta Meneghel, máster en Ciencias Biológicas y directora del Serpentario, pequeño recinto ubicado dentro del Instituto de Higiene, donde habitan 150 ejemplares. Allí los biólogos desarrollan la investigación y se encargan, entre otras cosas, de extraer el veneno de los ofidios con el que se prepara el suero antiofídico.

Al contrario de la yara, la crucera es de complexión robusta y tiene un tamaño de entre 25 y 150 centímetros de largo. Se la puede ver en zonas bajas, pajonales, esteros, bañados, campos y montes; fundamentalmente a lo largo del río Uruguay y en las cuencas de la Laguna Merín y del río Negro. Se han visto cruceras en la costa de Rocha. Las cuevas de mulitas también sirven de refugio.

PREVENCIÓN. Según Meneghel, hay una única forma de estar seguro ante la presencia de una serpiente: recular. "Hay gente que quiere verlas replegadas en actitud agresiva. Esos son los que terminan mordidos".

La cuestión es evitarlas. Los biólogos recomiendan andar con un bastón que llegue a la altura del hombro, separar la vegetación mientras se camina por el campo, evitar introducir las manos a ciegas en cuevas, nidos, bajo piedras o pilas de leña; y utilizar botas altas que cubran los tobillos. Para el caso de las viviendas, se sugiere mantener desmatado y limpio los alrededores. Para no tener el disgusto de encontrarse con un ejemplar en el jardín es importante exterminar a los roedores porque detrás de ese "manjar" aparecen serpientes.

Otra medida es tener gatos -excelentes cazadores- o gallinas, "que resultan buenas controladoras, no porque hagan algo sino porque arman gran escándalo", dice la bióloga.

POST MORDIDA. En caso de accidente se debe mantener la calma y buscar rápida asistencia. Acto seguido, la zona mordida debe permanecer en posición de descanso. La herida se puede lavar y desinfectar, pero están contraindicadas las incisiones, ligaduras, succiones, cauterizaciones o aplicación de sustancias químicas. Tampoco se debe inyectar suero. Esas medidas "pueden agravar la situación", indican.

En todo el país hay 50 centros asistenciales del MSP que tienen en stock suero antiofídico capaz de neutralizar la acción del veneno de las yaras y cruceras. El antídoto contra las mordeduras de cascabeles sólo se encuentra en Montevideo y no existe disponibilidad de suero contra la coral. Esto se explica por la ausencia de accidentes provocados por esas dos especies. El suero antiofídico debe administrarse dentro de un centro hospitalario porque puede provocar una reacción alérgica.

La cantidad de personas mordidas anualmente asciende a 60. No se sabe cuáles corresponden a mordidas de yaras o cruceras. En ambos casos se utiliza el mismo suero debido a que éste se fabrica con venenos de las dos serpientes.

Hasta hace 4 años, el personal del Serpentario se encargaba de extraer el veneno necesario para la fabricación del suero antiofídico. Se realizaban 4 o 5 ordeñes (al año) de 25 yaras y 30 cruceras.

Desde entonces se importa desde el Instituto Butantán (Brasil). "Se dejó de hacer porque se dijo que no había infraestructura", explica Meneghel. Actualmente los biólogos esperan la aprobación para volver a fabricarlo en el país.

Yara o Bothrops neuwiedii

Yara o Bothrops neuwiedii

Yara macho, del Serpentario del "Centro Anaconda", Mendoza, Argenina. Foto: R.D. Sage

Bothrops alternatus o crucera

Bothrops alternatus o crucera

Obsérvense las "C" características de la piel del cuerpo de la "crucera" o víbora de la cruz.  Una serpiente perteneciente a esta especie es la que nació con dos cabezas en Flores (ver artículo en estas páginas)