Nuestro Homenaje a Clemente Estable a 33 años de su desaparición física
A continuación transcribiremos las palabras pronunciadas el 27 de octubre de 2005 por el Director de estas páginas, en el Museo y Jardín Botánico de Montevideo, en Homenaje a su Maestro, el Profesor Clemente Estable. En esa ocasión conmemorábamos, colocando una estela de granito en un hermoso y calmo claro del Jardín Botánico de Montevideo, los 29 años de la desaparición física del gran Sabio uruguayo.
La foto de Estable de la izquierda, sin fecha exacta, podemos decir que es de "Los Años Veinte"
HOMENAJE A CLEMENTE ESTABLE
27 DE OCTUBRE DE 2005, Museo y Jardín Botánico
Por Daniel Rodríguez-Ithurralde
En representación del Instituto Clemente Estable
Cuando planeábamos el Seminario Conmemorativo del 111º Aniversario del nacimiento de Clemente Estable que tuvo lugar el 23 de mayo de 2005 en el Instituto que él fundó, nuestro objetivo esencial era homenajear su acción y su vida, plena de enseñanzas y de ejemplos, pero sobre todo homenajear su pensamiento, su clara convicción de que el conocimiento y la cultura son la mayor esperanza, felicidad y salvación de los pueblos.
En efecto, más que nada queríamos, como queremos hoy, rescatar su pensamiento y sus imperativos éticos, verdaderos motores de todo su apostolado en pro de un país (-o un mundo-) donde imperen el Bien, la Verdad y la Belleza, es decir, un país (o un mundo) más bueno, más sincero, más bello, que por ser así, sería también mas próspero.
En lo personal, considero como un deber rescatar su pensamiento, su forma de ver la ciencia y el quehacer científico, de aquellos que recuerdan la figura de Estable, su estampa, pero la evocan, a sabiendas, despojada, vacía de su contenido, separada de aquello que pregonaba, de lo que para nosotros simbolizaba y simboliza. En efecto, con la excusa de que “estos son otros tiempos”, como si lo fundamental de la vida hubiera cambiado en estos 29 años, desconocen y ocultan los claros pensamientos y profundas convicciones de Clemente Estable sobre el valor capital de la ciencia fundamental para el desarrollo de las naciones y para el bienestar de sus gentes.
De entre los innumerables conceptos que cabría rescatar del inmenso campo del pensamiento de Estable, me parece importante en esta coyuntura jerarquizar tres profundas convicciones (y a la vez tres prédicas, tres semillas) Establianas:
(1) Primera convicción, semilla y prédica Establiana:
La importancia de la ciencia para el futuro económico y la felicidad de las naciones
La claridad de su convicción era meridiana, no admitía dudas acerca de la importancia de la ciencia para el desarrollo y la modernización del país.
Cito textual:
“…las ciencias, para su producción original, requieren grandes gastos, pero no hay nada que sea mas significativo, precisamente desde el punto de vista económico que las ciencias mismas”.
“Los países pequeños, no menos que los países grandes, necesitan la grandeza de la ciencia. Con ciencia grande no hay país pequeño. La mejor manera de promover la correcta enseñanza de las ciencias y su fecunda aplicación en las profesiones, en la industria, en la sociedad, en la vida cotidiana, es promover la investigación científica como una política de altura, a la par realista e idealista.”
“¿Que la investigación científica no debe hacerse en países pobres? … Qué error y qué horror! … He aquí proclamada la esclavitud...” “No, un país es pobre porque en él no se hace investigación científica como fundamental preocupación del Estado.” Clemente Estable
(2) Segunda certeza, semilla y prédica:
La ciencia fundamental es la raíz y nutrición, la savia esencial para las aplicaciones técnicas y la innovación
Cito textual:
“Todos alabamos la belleza del árbol; todos elogiamos el encanto de la flor; todos saboreamos el fruto maduro; todos escanciamos el zumo que fermenta… y pocos, muy pocos, se acuerdan de la oscura raíz que trabaja en profundidad… Eso ocurre con la Ciencia Pura y la Ciencia Aplicada”.
“Suele haber incomprensión del alto valor de la investigación científica sin inmediata aplicación práctica. Ocurre que el criterio utilitario … no permite percibir la realidad en todo su horizonte móvil, incluso en lo práctico y útil que trasciende lo inmediato.” “La misma Ciencia aplicada no se aplica bien donde no existe la investigación científica como fin en sí: la rutina mata su espíritu.” “Sin el espíritu y el método científico la práctica no es ciencia aplicada, es la ruta, convertida en rutina y la rutina cierra los horizontes …” “…y con la ilusión de favorecer el progreso lo retarda enormemente”. - Clemente Estable
Estos conceptos, no han perdido valor con el tiempo, al contrario, se han jerarquizado, se han fortificado: La innovación debe basarse en el análisis de la realidad de acuerdo con el método científico, no alcanza con las ganas, no alcanza con la voluntad, el voluntarismo del “quiero innovar” “quiero producir mas”.
¡ Claro que debemos producir más! … pero la única forma es basándonos en la ciencia, no en la magia: “La ciencia es la Magia del Mundo Moderno”, decía Estable. En otras palabras, si queremos hacer crecer una producción cualquiera, la producción de plantas, de ganado, la producción industrial, la producción de arte, la economía de un país, debemos conocer el porqué y el cómo, los mecanismos íntimos de cómo se mejora genéticamente esa planta, ese ganado, de cómo se desarrollan, conocer qué mecanismos se han verificado en otros lados para lograr el desarrollo de la industria, o de la economía, como única forma de poder estimularlas racionalmente, con criterio científico… y para todo eso es capital la ciencia fundamental.
(3) Tercer certeza, semilla y prédica Establiana:
La importancia del método científico en sí, pero también para la vida, y la necesidad de sembrarlo y proyectarlo en la formación del niño y del adolescente.
Sembró claridades trascendentes acerca del cómo investigar cualquier hecho nuevo, claras orientaciones de:
- Cómo encarar el punto de partida de toda investigación;
- Cómo avanzar en el camino;
- Al llegar al destino, cómo dar significación cabal a lo descubierto.
La importancia de:
-Observar correctamente la realidad, pero a la luz de lo que se sabe
“Hasta acá se sabe, de aquí en adelante”… “La investigación científica original comienza en el preciso momento en que la sabiduría nos deja en la ignorancia”.
-Formular hipótesis que la expliquen
-Diseñar experimentos para ponerla a prueba, con los mejores métodos disponibles
-Analizar sin prejuicios los resultados
-Discutirlos, pero una vez más, a la luz de lo que ya se sabe. Concluir, integrar (ese árbol en el bosque del conocimiento)
Con referencia a las conclusiones finales e interpretaciones de la significación del hecho descubierto, afirmaba: “Asegurada la exactitud de las observaciones, el error más grave y común consiste en tomar la parte por el todo (el árbol por el bosque). He ahí el origen de numerosísimas teorías que, forzando las interpretaciones, se convierten en sustituto mental de una verdadera representación o imagen de la realidad”.
Uno de sus enseñanzas capitales según creo, es la importancia de entender el significado del hecho nuevo, inscribirlo en la realidad, hacerlo parte integrante de la realidad conocida para darle su verdadera dimensión, su significación en el conjunto del mundo, integrarlo en él.
Estable nunca desconoció la realidad del país, no se aisló en una torre de marfil, sino que miró la realidad con perspectiva para buscar y darnos verdades lo mas objetivas posibles de cómo engrandecer nuestro futuro y nuestro país. Y una de sus prédicas mas fervientes era para que el niño y el joven, pero también sus maestros y sus profesores se formaran, alegre pero sólidamente, en el método científico, pues veía en ello una garantía de futuro para el país.
Por eso, quisiera rescatar una frase de Estable, una frase que es sencilla, pero que con el tiempo y al analizarla crece en toda su dimensión, una frase que es a la vez, caro fruto y valiosa semilla:
“Progresar de veras es tanto innovación como conservación de lo que vale”
Por eso, no permitamos que los claros pensamientos que nos dejó Estable se borroneen con el transcurso del tiempo. No dejemos que esas semillas, tan valiosas para nuestro futuro, se pierdan !
Dr. Daniel Rodríguez-Ithurralde
27 de octubre de 2005
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